Reformar la cocina: tipos de módulos y muebles de cocina

Una de las habitaciones de la casa que más se remodelan es sin duda la cocina. Pasamos tanto tiempo en ella y su uso es tan intensivo que la necesidad de que sea un espacio bien diseñado pensando en utilidad, ergonomía y belleza son permanentes. Personas que se mudan a un piso nuevo o reciente adquirido priorizan una reforma de cocina o una reforma de baño por encima de cualquier otra mejora en el hogar.

Reformar una cocina implica seleccionar un estilo, un diseño y una serie de detalles en cuanto a los electrodomésticos, materiales, módulos, mobiliario y disposición de la cocina, que pueden parecer un poco abrumadores a la hora de planear y diseñar lo que queremos. No hay que sentirse abrumado y debemos enfrentar estas decisiones con ilusión y sobre todo, con las ideas claras: como queremos movernos estando en la cocina, y que queremos almacenar o tener a mano mientras estemos en la cocina.

Una de las decisiones más importantes en este sentido es elegir el tipo de módulos y mobiliario que podamos integrar en el diseño de nuestra cocina, dependiendo del estilo que queramos darle y la utilidad y practicidad que estemos buscando.

 

Cocinas modulares

No siempre las cocinas fueron un rompecabezas hecho con módulos de diferentes dimensiones, pero desde que esta idea se apropió del diseño de una cocina, ha avanzado, evolucionado y se ha adaptado hasta conseguir un objetivo que con muebles tradicionales es difícil de alcanzar: optimizar al máximo el espacio de una cocina. Y es que debemos considerar el espacio que estaría “perdido” sobre la nevera, en la parte alta de la encimera y en otros rincones de la cocina si sólo utilizáramos estantes y armarios de cocina tradicionales.

Cabe preguntarse por qué la cocina es el lugar en el que tenemos necesidad de aprovechar hasta el último rincón: y es que en la cocina se preparan alimentos, almacenan provisiones, instrumentos de cocina, bebidas, pequeños electrodomésticos, platos, cazuelas, cubiertos, e incluso manteles, servilletas y paños de cocina. Es decir, es un lugar en el que cada milímetro cuenta para poder realizar todas las actividades que llevaremos a cabo en ella de forma cotidiana. Y es esta la razón de que los módulos y el mobiliario de cocina aprovechen todo lo largo y ancho de la cocina: del suelo al techo.

Los módulos podemos definirlos como bloques de almacenamiento y trabajo que se acomodarán, como si nuestra cocina fuera un rompecabezas, para aprovechar mejor el espacio de acuerdo a nuestras necesidades, siempre dejando suficiente espacio para circular y trabajar.

El primer tipo de módulos son las estanterías que irán empotradas directamente en la pared con una, dos o hasta tres estantes internas y una puerta para mantener bien oculto y guardado el contenido de estos muebles. Hay angulares para utilizar el espacio en la esquina de la cocina, rectas, y en diferentes dimensiones.

Otro tipo de módulo son los muebles que irán en la parte baja: de nuevo nos encontramos con una estructura con baldas internas, sólo que su solidez no depende de estar únicamente empotrado en la pared, sino que cuenta con patas o base, y por tanto un zócalo para cubrirlos. Otro elemento integral de este tipo de módulo es el mostrador: uno de las piezas fundamentales en seleccionar materiales y estilo en una reforma de cocina, ya que será el área de trabajo sobre la que se cocinará y prepararán los alimentos, por lo que debe tener unas características muy especiales.

Otro tipo importante de módulo son las denominadas columnas, que como su nombre indica son conjuntos de estanterías largos y estrechos que se utilizan para ocupar el estrecho espacio entre un electrodoméstico y una pared. Tienen la ventaja de valerse de todo el espacio, hasta el panel, con lo que son aliadas del almacenamiento bien ordenado y categorizado.

Con esta tipología básica de módulos se puede tener un buen almacenamiento además de un espacio de trabajo que dará la configuración de funcionamiento cotidiano en nuestra cocina.

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Muebles e islas de cocina

Independientemente de la configuración básica, podemos añadir mobiliario móvil en nuestra cocina para darle los últimos toques de funcionalidad y belleza. En este sentido, hay una tendencia interesante que se utiliza mucho que es la disposición con “isla” en el medio, es decir, una pieza de mobiliario que bien puede estar empotrada en el suelo o ser móvil. Funciona como una mesa de trabajo e incluso la vitrocerámica o el horno pueden formar parte de esta área. No es la disposición ideal para una cocina de tamaño muy reducido, pero resulta genial para una cocina un poco más amplia, ya que otorga un plan de trabajo más amplio que el mostrador sobre los módulos bajos de la cocina y también otorga opciones muy interesantes de decoración.

Asimismo, también hay otros elementos como los escaparates de cocina. Hay en estilo tradicional o en estilo más contemporáneo y realmente pueden darle un plus de espacio de almacenamiento y de decoración a nuestra cocina reformada. La cuestión es explorar bien el tamaño tanto de nuestra cocina como los módulos que hemos elegido para dar la configuración básica, y esto nos permitirá añadir ya sea un escaparate o una mesa, tal vez también una barra, para darle una personalidad especial a este espacio tan íntimo y familiar de nuestro hogar.

 

Medidas, características y puertas

El haber elegido la configuración básica de la cocina con los módulos ideales para nuestras necesidades no implica forzosamente que hayamos terminado de seleccionar detalles. Más allá de los colores y materiales de los recubrimientos, sino también en cuanto a las medidas de los módulos y las dimensiones en general de su disposición.

Un factor muy importante para determinar las medidas, es la ergonomía, es decir, las necesidades de las personas que utilizarán la cocina. Si bien normalmente hay medidas estándar, que son las que se utilizan para valorizar un piso, hay casos en que estas pueden variar: si los ocupantes del piso serán personas con movilidad reducida, o con una altura muy alta o muy baja, oa las casos muy específicos. Siempre se debe priorizar la comodidad y practicidad del mobiliario para las personas que efectivamente van a utilizar la cocina reformada.

 

Pero estas medidas estándar son aproximadamente las siguientes:

Muebles bajos de cocina: 60 centímetros de fondo, altura de 85 a 90 centímetros (descontando el grueso que el material elegido dé al mármol) y en cuanto al ancho, hay una gran variedad, existiendo medidas desde 15 hasta los 120 centímetros. Recordemos que la medida de la altura del mueble bajo en si será sólo de entre 70 a 80 centímetros, pero debajo está el apoyo o las patas que irán cubiertas con el zoclo, y esta parte tiene una medida de máximo 15 centímetros porque el mueble no pierda solidez.

Muebles altos: en las tendencias actuales de mobiliario de cocina las dimensiones de los muebles altos son dinámicas y muy variables, pero podríamos decir que el fondo de forma más común mide 35 centímetros, la altura puede ser de 70 o 90 centímetros y el ancho se ajusta a las necesidades de cada cocina, variando entre los 30 y los 90 centímetros.

Columnas: esta pieza del mobiliario de cocina toma como referencia en cuanto a la profundidad, la que tengan los muebles bajos (es decir, 60 centímetros), y su altura será determinada por la ubicación que se otorgue a los muebles altos . Para su altura, no hay que olvidar que también son muebles que tendrán un zoclo o zócalo en la parte baja. En cuanto al ancho, las dimensiones estarán dadas individualmente por el tamaño de la cocina y las propias necesidades que tengamos como usuarios, pero varían aproximadamente entre los 30 y los 90 centímetros.

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Recordemos que estas medidas son indicativas, ya que un proyecto personalizado de cocina siempre implica que las medidas de módulos y muebles ajusten al tamaño de la cocina y las necesidades de los que van a utilizarla: no es lo mismo el que a necesitar un aficionado semi profesional de la cocina gourmet que una familia de 6 integrantes (incluyendo bebés).

Un elemento en el que se puede personalizar mucho la cocina en cuanto a su utilidad y practicidad de los módulos es sin duda la configuración interna, ya que si bien hemos descrito los módulos internamente como con baldas, un formato que se utiliza mucho en la actualidad es tener módulos bajos con cajones en lugar de estantes, para almacenar o guardar cazuelas, sartenes, platos y otros tipos de instrumentos de cocina o incluso conservas y frascos. En poder sacar por completo de un cajón, es más fácil ver lo que hay guardado en el fondo del mueble, lo que con una repisa es más complicado. Todo depende de los gustos de cada persona, pero es bienvenida la idea de variar el tradicional con ideas diversas y modernas.

Lo mismo se aplica el tipo de puertas. De las puertas de apertura angular tradicional, podemos variar y elegir puertas correderas o puertas abatibles. Entre estas últimas hay muchas posibilidades, que se aplican sobre todo a los muebles altos, con puertas que se pliegan o abaten en distintas formas, permitiendo añadir visibilidad y espacio al mobiliario y también un toque de estilo mucho distintivo de una cocina contemporánea.

 

Sistemas de Apertura: contemporáneos o tradicionales

Sin descartar la importancia de los colores y materiales de recubrimiento, que son una gran carta de personalización del mobiliario de una cocina, otro pequeño detalle de decoración individualizada son las formas de apertura de los módulos.

 

Modulos de cocina

Ya sean cajones o estantes, es un hecho que tenemos que abrir nuestros módulos y muebles para acceder a lo que hay dentro. La forma tradicional es con tiradores, pero ahora se han empezado a utilizar otros mecanismos que le dan una apariencia muy agradable a los módulos de cocina. Uno de ellos es el llamado sistema “garganta” que ya se había utilizado en la decoración de la década de los setenta y que consiste en un perfil o lado en forma de L o U de modo que las puertas se apoyan y es posible meter los dedos para abrirlas, sin necesidad de que haya un tirador. La desventaja de este sistema es que se perderá espacio interior en los módulos.

Otro mecanismo muy funcional y moderno es la apertura a presión, en la que se instala un mecanismo gracias al cual con un ligero empujón podemos abrir la puerta de nuestro módulo. Incluso hay mecanismos eléctricos automáticos de apertura (sobre todo para las puertas abatibles que pueden instalarse en los módulos altos). Todos estos mecanismos no sólo hacen más práctico el hecho de abrir un módulo de cocina, sino que cambian completamente la estética de la misma.